“El Tiempo apremia, las horas vuelan, pues el ángel va poniendo ya el sello interno de puerta en puerta”

Tercera parte

¡Aprovechad el tiempo! Pues no sabéis cuán a menudo todavía podréis reuniros en este sentido, pues ved, cuando Yo no alce más Mi Palabra a través de Mi instrumento, entonces, lo que valdrá será “deberéis ser”. Esto significa que deberéis haberos convertido en la Palabra de la Vida y con ello debéis vivir conscientemente en Mí.

Diréis: “Dios nos enviará a otros profetas”, pero Yo os digo: “Estos envíos son cada vez menos, pues el tiempo materialista llega a su final. Aquí y allá todavía saldrán profetas, pero la Palabra no viene ya desde la fuente directa, son inspiraciones o extracciones de lo que ya se ha dicho o vienen de los conocimientos intelectuales, pues la ***atmósfera está llena del amor y la sabiduría, dada desde el origen de la vida, desde la fuente directa Dios”.

Y ahora ya y también en el futuro viviréis aquí y allá. Se formarán llamados grupos y grupitos, pero llevan poca fuerza de vida interna porque se trata sólo de inspiraciones o de extracciones de lo ya dicho o de enseñanzas que se han tomado de lo que ya ha sido manifestado por la fuente directa, Dios.

Y así muchos tendrán que reconocer que hay solamente una luz y esa luz Soy Yo, Cristo. Y esta luz es el Espíritu directo, la Vida eterna, el SER omniabarcante, llamado también SER Universal o Vida Universal. De esta fuerza se forma el Reino de Paz y no vendrá de ninguna otra fuente, y aquellos que no pertenecen al pueblo de Dios, al Reino de Paz, al Reino Interno, pertenecen al adversario de Dios. Y el adversario los toma para sí y hace con ellos lo que él quiere. Pero también este tiempo llega a su fin y la resurrección Soy Yo en el Reino de la Paz.

Las enseñanzas de la ***Ley Absoluta muestran a las personas la herencia interna, la existencia eterna del alma, la conciencia omniabarcante, Dios, vuestra herencia espiritual.

***El Camino Interno os conduce paso a paso hacia la vida interna y la Ley Absoluta dada y enseñada desde la fuente directa, Dios, os muestra vuestro verdadero ser, vuestra herencia espiritual para que poco a poco sepáis y reconozcáis que verdaderamente sois hijos del Altísimo.

¡Oh, reconoced! Yo os conduzco al origen de la vida, a la fuente eterna. Yo os conduzco hacia vuestra herencia espiritual y se abre en vosotros en la medida en que reconocéis lo mundano y pecaminoso en vosotros, y seguís el camino del arrepentimiento y de la purificación para no volver a hacer más lo pecaminoso. Por ese camino os acompaño para que vayáis creciendo más y más en la vida interna, en el Reino de Dios, que está contenido en cada uno de vosotros y que toma forma y figura en lo externo, en la Tierra en purificación...

Continúa...